Cobertura del Festival de Cines del Sur de Granada para Funkube Magazine
En coreano hanaan significa tierra prometida, ese paraíso que todas las religiones han buscado a lo largo de la historia. Un lugar donde olvidar los problemas y ser feliz.
Stas lleva toda la su vida buscándolo, y cada vez se encuentra más lejos. El protagonista de Hanaan, una de las películas proyectadas durante el Festival de Cines del Sur de Granada, pertenece a la tercera generación de coreanos deportados a Uzbekistán, al este de la Unión Soviética de Stalin. Dirigida por el director coreano Ruslan Pak, cuenta la historia de la primera vez que Stas prueba la heroína junto a sus amigos Kasoy,Shin y Said y como esa noche se convierte en el inicio de una serie de desgracias que destruirá la vida de todos ellos. Seis años después, Stas que trabaja como policía, tiene que infiltrarse en una banda de narcotraficantes para ganarse su confianza y conseguir arrestarlos.
La misión le muestra un mundo de corrupción policial que le lleva a dimitir y provoca su adicción a las drogas. La película muestra el largo proceso que vive hasta conseguir desengancharse, los amigos que quedan en el camino, la pobreza, la soledad y la venganza. Una lucha diaria hasta que su amigo Shin le aconseja viajar a Corea del Sur para buscar un futuro mejor.
Hanaan es la historia, más que de la búsqueda del paraíso, de la caída al infierno y las desgracias terrenales. A pesar de la crudeza de la historia, la película no termina de emocionar, tal vez sea por la indiferencia que parecen mostrar los actores o por el tratamiento de los acontecimientos. Con un clima en muchas ocasiones claustrofóbico, la vida de Stas pasa sin dejar mucha huella y al final no queda claro si encontró su Hanaan o simplemente se hundió en el infierno.