Este mes tan lleno de ilusión, buenas promesas y regalos empieza mostrando la cara más amarga de este nuestro mundo, que irónico resulta empezar la época navideña celebrando el Día Internacional contra el Sida.
No fue hasta 1981 cuando se describieron los primeros casos de esta enfermedad y comenzó su estudio, y a partir de entonces son incontables los casos de personas que han muertos víctimas de ella. Como siempre, cuando algo nuevo surge y amenaza nuestra tranquilidad usamos las etiquetas para quedarnos tranquilos, y el Sida condenó muchas vidas al olvido y la marginación, el mundo tomó el camino fácil, mejor dar de lado lo que no conocemos ni queremos conocer.
África se muere día a día, les falta el agua, la comida, la salud, la sanidad, les falta la vida que a nosotros nos sobra, y además tienen el Sida, un fantasma que planea sobre sus existencias y condiciona su futuro, porque habremos avanzado en la investigación, pero ellos siguen naciendo en la parte equivocada del mundo.
Nunca me ha gustado la navidad, es algo en lo que no puedo ser objetiva, y mucho menos defender ese ideal en un día como hoy que nos hace reflexionar no sólo sobre las enfermedades olvidadas o marginadas, si no sobre las miles de personas para las que diciembre es un mes demasiado frio para dormir en las calles.
Hace una semana todos los medios recordaban con cariño a un grande de la música como fue Freddie Mercury, hacía 20 años que el Sida nos privó de sus canciones, su vitalidad y su genio. Mercury reconoció que tenía esta enfermedad y al día siguiente murió, en un mundo y una época como la suya ¿realmente le habrían aceptado?, su mundo, sus fans, ¿lo habrían tratado igual?.
De la misma forma que hoy muchos medios recuerdan a Wistone Zulu la cara y la voz de los enfermos de Sida en África, un hombre normal y corriente que no se resignó y exigió los derechos de su gente, de los hermanos que había perdido, de las personas que no tenían nada y ni siquiera sabían de que se estaban muriendo.
España celebra este día apoyando a todo el mundo pero no cuenta o tal vez olvida, que este año no se destinará ni un solo euro a la investigación ni la lucha contra el Sida. La crisis no es suficiente excusa para retirar el apoyo. Así que más allá del significado global de un día internacional, creo que es importante que existan estos días para acercarnos a otras realidades, vidas apagadas y olvidadas.
Que mundo tan extraño, ayer twitter se incendia con una noticia de 2005 y la gente copia y pega sin más, a mi como periodista, esto me resulta triste, no nos interesa leer, ni entender el presente, ni mucho menos conocer el pasado que provocará un incierto futuro.
Tras este post tan triste y negativo, quiero terminar hablando de una tontería para muchos que desde mi punto de vista ha demostrado que otra realidad es posible. Ayer terminó Tu cara me suena, un programa que hacía falta, que mostraba algo que era impensable en el modelo actual de televisión: trabajo, esfuerzo, amistad, solidaridad, valores. Ese era tu cometido tele, pero ya lo has olvidado y mientras tanto tus dueños pueden seguir convocando a los anunciantes, tienen sin duda, mucho por lo que pedir perdón.
Una canción para recordar: Don´t stop me now de Queen.